Andy’s Panic: pop queer, lágrimas brillantes y revolución desde el escenario
Entre sintetizadores, luces suaves y beats que invitan a sentirlo todo, Andy’s Panic ha construido un universo propio: vulnerable, intenso y completamente disidente. Con una estética sonora que viaja entre el synth-pop, el darkpop y la electrónica emocional, este artista de género fluido transforma el dolor, la memoria y la fantasía en canciones que abrazan y confrontan.
Dante Salas
6/9/2025


Entre sintetizadores, teatro pop y emociones que no se esconden
Su proyecto nace desde la independencia, pero también desde la urgencia de existir con autenticidad dentro de una industria que aún margina a muchas voces. Desde su EP “Boi in Glitter Tears” hasta su más reciente sencillo “Soft Boy”, Andy expone lo íntimo con fuerza poética, poniendo cuerpo, voz y corazón en cada presentación en vivo.
En esta entrevista para disidnt=, Andy comparte su historia, sus referentes, su visión del arte como acto político, y su apuesta por una escena más sensible, plural y transformadora.
DONDE NACIÓ LA CHISPA: EL PRIMER LATIDO MUSICAL
Andy, ¿cuál fue tu primer acercamiento a la música? ¿Qué sonidos o momentos te hicieron decir: “quiero hacer esto”?
Creo que lo primero que recuerdo fue tener mis casetes de Britney y bailar en mi casa para mis papás y toda mi familia, escuchar canciones de los ochentas cuando iba en camino a la escuela en la radio del coche y algunos vinilos que mi tío nos ponía a mí y a mis hermanos, que siempre me sorprendía ver esos discos negros enormes de plástico, en la sala de su casa mientras jugábamos. Toda mi vida estuve rodeado de sonidos de diferentes épocas y me hacían apreciar la música desde distintos puntos. Siempre supe que había una espinita de artista que me rascaba para indicarme hacia dónde debía caminar.
Tu propuesta fusiona synth-pop, darkpop y electrónica emocional. ¿Cómo describirías tu identidad sonora y lo que buscas transmitir con ella?
Yo aprendí de música estudiando rock y mi corazón siempre va a estar entregado a ese género en específico, pero al descubrir el glam de los setentas y ochentas me quedé enamorado con la teatralidad que lo rodea. El pop me llamaba mucho por las estrellas del momento con las que crecí y lo enormes que se sentían en la pantalla de la tele; sus presentaciones que cada vez eran más grandes, atrevidas y se sentía cómo es que impactaban al mundo entero. Creo que mi música navega subgéneros como el synth, electro y obviamente rock-pop. Cando escribo una canción pienso mucho en qué melodía va a quedarse en la mente de las personas cuando piensen en ella y esos lyrics que no deben escapar de su cabeza.
¿Por qué elegiste el nombre “Andy’s Panic”? ¿Qué representa para ti y cómo dialoga con tu propuesta artística?
Bueno, no siempre me llamé así, antes fui parte de una banda de rock y luego me volví solista bajo otro nombre, pero la verdad no lo menciono porque me encontraba en otro momento de mi vida con el que ya no me hayo. Andy’s Panic es corto, un poco confuso porque me han llegado a decir Andy Panic o Andy Spanic (como si fuera pariente de la familia Spanic), pero una vez que te lo aprendes, no se te olvida. Siempre he mencionado que mi nombre hace referencia a que soy una persona que vive con ansiedad y no lo niego ni intento esconderlo porque es algo muy mío y ¿para qué esconderlo, no? Es algo normal tener esa incertidumbre y una vez que te das cuenta que todos estamos improvisando en esta vida, haciendo malabares con lo que nos tocó, te sientes libre de poder hacer lo que quieras.


Hacer de la ansiedad arte, y del escenario una trinchera
¿Qué significa para ti nombrarte como artista disidente? ¿Cómo se refleja eso en tu música y en tu presencia escénica?
Soy de esas personas que piensa que para hacerte espacio en la mesa de diálogo, hay que romper la mesa y re armarla, para que haya espacio para todes. Puede que no todos los grupos estemos de acuerdo en algunos detalles menores, pero lo que tenemos en común es que estamos buscando vivir en paz; no más cacería de brujas y señalar a las personas distintas a la norma por atreverse a ser quien quieren ser.
Toda mi música es para esa infancia y adolescencia en la que me sentía incompleto por no haber descifrado quién era; pensaba que solo era un chico gay que se expresaba distinto a las demás personas. Más adelante en mi vida me enseñaron que el género es tan fluido como quieras y no siempre tienes que estar encasillado en lo binario; si eres hombre, mujer o no binarie, si quieres estar dentro de una sola casilla o vivir fuera de todo eso, es una parte muy personal que a todas las personas se les debe respetar.
Has compartido escenario en espacios importantes como el Pepsi Center y Bajo Circuito. ¿Hay alguna presentación que recuerdes como una experiencia especialmente significativa o transformadora?
La verdad, cada escenario ha sido distinto, es el lugar que más me gusta sin importar que le cante a 1 persona o a 2,000. La energía de poder presentar un show distinto en cada uno es algo que me llena de pies a cabeza.
¿Qué se siente estar frente al público? ¿Qué atraviesa tu cuerpo y tu mente cuando estás sobre el escenario?
Muchas veces me preguntan algunas personas en el backstage si no siento miedo o ansiedad antes de las presentaciones y usualmente les respondo que lo tengo bajo control, pero la verdad, cada vez que me subo y veo a las personas, siento que es el lugar correcto y que daría cada pedazo de mi ser por seguir subiendo a cantar, tocar y bailar para un público que esté dispuesto a escucharme. Mi vida entera es la música, y daré todo de mí por hacerlo el resto de mi tiempo en este plano.
En disidnt= creemos que la fiesta también puede ser un lugar de cuidado. ¿Qué representa para ti un espacio seguro y cómo lo has experimentado en la música?
Creo que los espacios seguros se construyen desde las personas con las que nos rodeamos, aquellos a quienes dejamos entrar en nuestros círculos y la energía que nos brindan. Siempre he intentado rodearme de personas que me aporten algo positivo dentro de mis grupos de amigos y de trabajo a la hora de planear un proyecto nuevo; productores, músicos, bailarines, etc. En este mundo, cada vez es más importante cuidar de nuestros espacios; y como artistas y organizadores, lo mejor que podemos hacer es ofrecer un espacio libre y seguro para nuestra comunidad.


Cuidarnos también es bailar sin miedo
¿Cómo percibes la presencia de mujeres y personas disidentes en los carteles musicales actuales? ¿Crees que estamos avanzando o seguimos resistiendo desde la periferia?
Creo que definitivamente ha habido un progreso enorme, sobretodo en los últimos años. Cada vez he visto más artistas mujeres, trans, no binaries, de otros trasfondos culturales, etc. lo cual me parece maravilloso porque es algo que se ha estado exigiendo desde hace décadas. Sin embargo, es importante igual mencionar que siempre va a haber una oposición al cambio y todavía vemos cómo es que la imagen de un artista es lo que realmente importa para que sea comercial. Si hemos hecho un avance en esta lucha como disidencias, pero creo que igual es algo por lo que vamos a estar trabajando duro por el resto de nuestros días.
¿Qué artistas o movimientos han sido clave para formar tu sensibilidad artística y tu forma de habitar la música?
Yo crecí viendo a artistas como Britney Spears, que siempre me impresionaba con sus coreografías y cómo es que todo el mundo ubicaba su nombre y una canción de ella, pero sobretodo, cómo es que en uno de sus momentos más difíciles salió adelante y siguió demostrando porqué es que se le considera una estrella. Cuando estuve estudiando música, me encantaba David Bowie porque siento que en cada etapa de su carrera crea un alter-ego que reflejaba lo que pasaba en su vida personal y el estado mental en el que se encontraba. Y durante mi adolescencia, el disco Night Time, My Time de Sky Ferreira fue mi soundtrack de manera casi religiosa por sus sonidos y la forma en la que escribía sus canciones.
Desde tu experiencia, ¿qué consejo le darías a quienes están empezando un proyecto musical fuera de la norma, desde el arte queer, disidente o independiente?
Siempre va a existir esta pequeña duda dentro de ti que te haga cuestionarte si tomaste el camino correcto al hacer una cosa o la otra, así que procura elegir lo que te haga sentir más satisfecho y lucha por tu espacio. A veces yo me he preguntado si sería más feliz con un trabajo distinto; si fuera abogado, doctor o cualquier otra cosa más “formal”, pero cada que estoy en el estudio componiendo o grabando, o cuando subo al escenario a dar un show, sé que estoy donde debo estar y que no cambiaría nada de mi camino.
CIERRE
Andy’s Panic no solo canta: se entrega. Desde el brillo de una lágrima pop hasta la oscuridad más electrónica, su proyecto propone una forma distinta de habitar el escenario, una donde la fragilidad no es debilidad, sino fortaleza política.
Su música no busca encajar, sino emocionar; no quiere complacer, sino conectar. Y en esa honestidad radical —suave, queer, valiente— reside su poder.
Desde disidnt=, celebramos su voz como un acto de ternura desobediente. Porque, como él mismo demuestra en cada verso, el pop también puede ser una forma de revolución.
